ENUNCIADO, TEXTO Y DISCURSO
Enunciado
Unidad elemental de la comunicación verbal, una
serie (de palabras) que tiene sentido y tiene una forma sintáctica completa.
Pero,
¿qué significa “sintáctica”? Se refiere a la
“sintaxis”, es decir, a la manera en que se ordenan las palabras de acuerdo con
las reglas de construcción de cada lengua, reglas que tienen flexibilidad
mientras lo expresado se comprenda.
Pero,
una pequeña duda: ¿la frase es un enunciado? Sí, la
frase es un enunciado.
Pero,
¿entonces son sinónimos frase y enunciado? No
exactamente. Generalmente la frase, podríamos decir, es una forma breve del
enunciado que puede no tener sujeto, ni verbo.
Pero,
Otro criterio es que la frase, que de todos modos
es una expresión breve, está fuera de contexto (aunque es un caso no muy real,
porque prácticamente todo está en un contexto) y, en cambio, el enunciado
siempre pertenecería a un contexto específico.
Texto
Se refiere a producciones verbales orales o
escritas que están estructuradas para durar, para ser repetidas y circular
lejos de su contexto original. Visto así, entonces un texto puede ser realizado
por varias personas en una conversación, o en un debate, por ejemplo.
Pero,
en su uso más cotidiano normalmente no se habla de
texto para referirse a una conversación.
Pero,
actualmente, en nuestra época, se habla de texto
también cuando se incluyen fotos, por ejemplo, o recursos multimedia.
También se le llama texto a las unidades verbales
que forman parte de un género discursivo (como un cuento, una noticia, una
carta). Esto quiere decir que texto y discurso forman una unidad (y por
supuesto que, un texto, un discurso, se construyen con enunciados, que a su vez
incluyen frases y oraciones).
Discurso
Un discurso no es nada más algo que se dice
enfrente de un público, como el discurso de un político, o un discurso de
bienvenida. En general, el discurso, es una organización mayor que una frase.
El discurso, por otro lado, crea su propio contexto:
1. por medio de la relación temática de sus
enunciados.
2. por medio del género discursivo.
3. Por medio del estilo de quien escribe o habla.
Una minificción, por ejemplo, incluso cuando es muy
corta, es un discurso completo. Dice Juan José Arreola:
“Fantasma
La mujer que yo amaba se ha convertido en fantasma,
yo soy el lugar de las apariciones”.
En este ejemplo, los enunciados están relacionados,
siguen las características de una minificción (brevedad, sentido del humor,
ironía, y no cuenta de la historia más que la parte principal, pero dejando
adivinar una historia más larga), y tienen el estilo, o la manera en que
generalmente escribe este autor y que, eventualmente, puede ser reconocible; o
si no, tienen el estilo de los escritores de una determinada generación y
cultura.
Un refrán, también es un discurso completo, o una
oración y, en este caso, podemos distinguir una oración católica, aunque nunca
la hayamos oído, de una oración de otra religión, y esto, es una marca de
estilo.
El discurso, también, es una forma de acción sobre
otros y no solamente una representación del mundo.
En su sentido más general, es cualquier
manifestación verbal que se produzca en una comunicación, sea de carácter oral
o escrita.
Comparación entre texto y discurso
El discurso es la unidad comunicativa que
percibimos en cualquier comunicación oral o escrita, mientras que el texto es
la estructura que contiene al discurso.
Una simplificación que se usaba antes es la de que
el texto es la forma (en que se construyen las oraciones, los enunciados, de
acuerdo a normas generales del lenguaje), mientras que el discurso es el fondo
(lo que se comunica y la manera personal en que una persona en particular usa
el lenguaje).
Otra manera de entender esta comparación es
relacionarlo con la diferencia que hay entre lengua y habla. Ahora suena peor,
¿no?
Pero no:
La lengua es el sistema de cada idioma y que todos
compartimos. Sabemos cómo combinar las palabras para que otros nos entiendan,
¿no es cierto?
El habla es la manera en que cada quien habla, con
qué cambios de voz, rápido, lento, la manera en que pronuncia las palabras y su
manera personal de expresarse.
Unos dicen:
“Buenos días”
Otros:
“Hola, ¿qué tal?
Otros:
“¿Qué pex?
Otros, más expresivos:
“Buen día, ¿cómo estás? Cuéntame.
Y otros:
“¡Qué milanesas que no te había bisteces yo creía
que ya te habías muéganos!”
Por eso una misma manera discursiva puede usar
diferentes estructuras textuales y de todos modos podemos reconocer que, a fin
de cuentas está diciendo lo mismo.
Por ejemplo, en literatura, los poetas, los
novelistas y los filósofos románticos comparten con frecuencia un mismo
discurso (hablan más o menos de lo mismo y con un estilo parecido, aunque en
realidad cada quien tiene su “sello” personal).
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