domingo, 27 de enero de 2019

Los mitos del árbol cósmico

Los mitos del árbol cósmico[1]
F. Montesdeoca. Literatura Universal.

Yggdrasil
Los árboles sagrados, que a su vez hacen el papel de árboles cósmicos porque representan al mundo, que a su vez representa el universo, son parte de muchas creencias religiosas en todo el mundo en diferentes épocas. Ya vimos en el texto “Cosmogonía. Mitología nórdica”, el papel del fresno sagrado, Yggdrasil, que sostiene los nueve mundos de la mitología germánica.
Se dijo que las raíces de Yggdrasil bajan a las profundidades de la tierra y sus ramas, en lo alto, tocan la bóveda del cielo, y hasta atrapan a las estrellas fugaces cuando pasan. Los documentos escritos que registran la mitología nórdica fueron hechos entre el siglo X y el siglo XIII, d.C.

Los mayas y la ceiba 
Entre los mayas, y eso es lo sorprendente, existió una idea muy parecida, de otro tipo de árbol, la ceiba. Según el resumen de Monteoliva y Carbajal, la ceiba “es un árbol sagrado, considerado indestructible, que une [también] el cielo y el inframundo y, al mismo tiempo, se une al dios de los vientos y las lluvias”. 

¿Cuándo en la historia es que los mayas se pusieron a pensar esto? Bueno, la civilización maya se desarrolló durante el periodo clásico mesoamericano, entre el 300 y el 900 d.C.

A Juan Equis no le quedaba muy claro qué tipo de árbol es la ceiba. Cuando estuvo en Yucatán, o en Chiapas, en Palenque (donde hay unas ceibas gigantescas frente a las pirámides, todo envuelto por la selva húmeda, llena de todos los verdes posibles). En Mérida también vio muchas ceibas, y también cerca de Mérida, en algunos pueblos (“mágicos”) como Izamal y Valladolid (ahora queremos que todo sea mágico en México). Y a lo mejor así es. 

La ceiba es un árbol monumental, de tronco más bien liso, que cuando lo golpeas con los nudillos suena como si tuviera agua adentro (han de ser los ríos nórdicos -o los mesoamericanos- que también le corren por adentro). Por eso ahora, cada que vez que Juan Equis encuentra un árbol que cree que es una ceiba, la toca (como cuando tocamos una puerta) y si suena como que tiene agua por dentro, entonces se alegra. Porque es una ceiba. 

Además, la ceiba es ese árbol que cuando produce semillas, alrededor de los meses de abril y mayo, éstas parecen envueltas en una especie de algodón marrón claro, y así vuelan, esos copos, llevándose sus semillas a otros suelos para que nuevas ceibas crezcan en otros lugares. Yo he visto estos copos de ceiba en Oaxaca: flotan por el aire, por ejemplo, alrededor del Jardín Etnobotánico, atrás del exconvento de Santo Domingo.

Juan buscó en internet después de sus clases en el Cedart y encontró que la clasificación biológica de la ceiba es:
Familia: Malvaceae
Especie: Ceiba pentandra; (L.) Gaertn[2].

En el sitio de EcuRed[3], describen las características de la ceiba pentandra:

es uno de los árboles más grandes y de rápido crecimiento de América tropical, llega a medir hasta sesenta metros de alto y más de 2 m de diámetro; crece en clima cálido y húmedo y es conocido desde México hasta Brasil 
El artículo continúa diciendo que sus frutos producen una fibra parecida al algodón (“seda vegetal”) que incluso se usa para rellenar colchones y almohadas. Y yo agregaría que también sirve para que las semillas vuelen (tecnología biológica), porque es en esta fibra es donde las semillas duermen y sueñan que un día serán ceibas (sagradas).

La ceiba y el pochote
Lo que Juan Equis no entendía bien (ni yo) es que en diferentes páginas consultadas en internet dice que a la ceiba se le conoce también como pochote; pero el árbol que conocemos como pochote en Oaxaca es diferente a la ceiba de Yucatán. La ceiba “ceiba” tiene espinas cuando el tronco es joven, pero después las pierde en su mayoría, y no tiene el tronco verde, como el Pochote (que todo el tiempo tiene espinas). Además, la ceiba es más grande que el pochote.

Buscando un poco más resulta que el árbol que aquí conocemos como pochote es una variante de la ceiba conocido como ceiba aesculifolia (¿Qué?), y sí tienen características en común, como las espinas (la ceiba sólo cuando es joven y el pochote siempre). El pochote, por cierto, también envuelve a sus semillas en una fibra, también parecida al algodón (como en la ceiba), y las usa para lo mismo: para transportar sus semillas por el aire. Lo que ya no sé es si cuando haces “toc toc” sobre su tronco suena como agua. La clasificación biológica de esta ceiba (sólo familia y especie) es:

            (misma) Familia: Malvaceae
         (diferente) Especie: Ceiba aesculifolia; (Kunth) Britten & Baker f[4].

La ceiba sagrada
Regresando con el resumen de Monteoliva y Carbajal, sobre la ceiba y los mayas, dicen que

Una de las leyendas del Popol Vuh  (libro sagrado maya) cuenta que los dioses creadores sembraron una ceiba sagrada en cada uno de los cuatro rumbos del cosmos. Finalmente, sembraron una quinta ceiba al centro de todos estos rumbos, la Gran Madre Ceiba, el "Primer Árbol del alimento" (Yax Imix Che). Entre sus raíces ubicaron el Xibalbá, la morada de los muertos; en su base colocaron el Kab, la tierra que habitamos los seres vivos; y en su fuste [tronco] y ramas establecieron la propia morada de los dioses, mientras que en la cima de su copa habitaba el origen de todos los dioses en la forma de un precioso quetzal celestial.[5]

Los mitos del árbol sagrado en el mundo
Una idea, más o menos compartida por muchas culturas, se llama “mitema” o “arquetipo”. Un ejemplo es el mito del árbol sagrado, pero, ¿qué quieren decir esas dos palabrejas? Mitema no es “mi tema” (¿no verdad?), sino una palabra que toma la raíz de la palabra mitología, es decir, /mit/, que da como resultado “mito”, que viene del griego “mythos”, que significa “palabra” o “historia”. Es fácil. La “mitología” (“logos”: tratado, estudio), entonces, se refiere al estudio de los mitos o, también, se refiere a los sistemas de creencias que explican (que tratan) de los orígenes de todo.

Ya después, en algún momento en la historia del mundo, el significado de mito se extendió a la idea de algo que no es real, de ahí la palabra “mitómano”, que es un trastorno psicológico que consiste en que alguien no puede controlar las ganas de decir mentiras, o sea que se trata de alguien que sólo cuenta “historias” (falsas).

¿Esto quiere decir que los mitos son falsos? 

Actividad
1.      Explica con tus propias palabras por qué los mitos son falsos o son verdaderos (según lo que creas), o si de alguna manera tienen que ver algo con la realidad. Puedes hacer un texto, o una lista de ideas, numeradas.
2.      Luego cuenta en breve qué mito te gustaría que fuera verdadero.
3.      Ahora lee el siguiente texto “Los mitos del árbol cósmico 2”, compara




[1] Montesdeoca, F. (2017). Los mitos del árbol cósmico. Literatura Universal. https://literaturauniversal.blogspot.mx/
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Ceiba_pentandra
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Ceiba_aesculifolia
[5] Monteoliva MI, Carbajal A. 2014. La Ceiba, árbol sagrado maya. http://conociendoyucatan.jimdo.com/

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